viernes, diciembre 25, 2009

¿qué día será hoy?


"Pasarelas para principiantes", me dije a mí mismo esta tarde cuando "me paseaba" por la avenida central a las casi tres de la tarde después del trabajo. Una pasarela... de muñequitos y muñequitas, bien disfrazaditos de personajes que existen solo en sus mentes. La única cualidad que tienen es que todos y cada uno de ellos en algún momento se te puede atravesar en el camino. Vaya cualidad...

Actualmente me inspira la idea de borrar estas marcas en la frente. Me satisface pensar que hoy, aunque no entiendo el día que es, o lo que significa en realidad (gracias niños de pasarela) para mí fue un día soleado, tranquilo y aburrido. Y para peores estuve después del trabajo casi de niñero de tres pequeños engendros de satán.

En meses como este es cuando me da más tedio escribir conforme pasan las semanas. Se me hace más bien algo por compromiso (no con ustedes, sino conmigo mismo además) y es cuando comienzo a divagar y a pensar en lo mismo de todas las navidades. Tal vez debería salirme el fantasma de la navidad futura para que me atormente con los resultados de los errores que sigo cometiendo todavía.

Unos cuantos pasos más hacia el abismo, solo unos cuantos más... y volaré.

Pero sí: una vez estuve preso. Era prisionero de este corazón traicionero que me golpeaba como a un don nadie, mientras me hacía respirar cada vez más agitado.

Yo sé las ganas de enterrarme la mirada que tenías. Yo sé las ganas de abastecer mis labios con los tuyos que sentías. Y aún cuando tal vez no lo sabía en realidad, lo supuse. Era cuestión de tiempo y la sigue siendo el hecho de que adivines qué estoy pensando de ti mientras escribo esto.

No hay nieve afuera ni tampoco adentro. Es curioso como rompecabezas aprender a hacer posible que calcen los pedazos faltantes con piezas que no tienen mucho sentido. Es curioso cómo cambio las palabras de lugar y aún así tiene mucho sentido.

He oído a todos decir que hoy es Navidad, ¿Navidad es? No comprendo como dije. Yo creo que Navidad es todo el año cuando cada día volvemos a abrir los ojos después de haber dormido en una cama que de algún modo llamamos "nuestra". Navidad es sorprendernos de repente siendo hermanos, sinceros, amables.

Y si en este momento es la espuma burbujeante en el borde del vaso la que llena las cajas registradoras del supermercado 24/7 de la esquina, ¿Navidad es? Si gastamos más en diciembre que en todo el año e ignoramos el hecho de que para mucha gente es cuando tienen menos.

Navidad es el nuevo disco de Metric, Ágata (mi nueva felina hermosa de 5 meses) y comer helado que no comemos en realidad con la niña Margarita Desiré del santo corsario hace siglos difunto. No son los tamales, ni la gula dominante que ronda en la tibia temperatura que van creando los fogones de una rústica cocina de leña. Creo que es el pecado. Más bien el pecador.

Para mí es un día normal. Aunque tuviera que levantarme a las 4.30am para ir a trabajar, pude ver el amanecer de otro día como lo he hecho todos los días que me despierto para trabajar. Aunque siempre amanece a la misma hora nunca el sol brilla igual. ¿O serán las nubes más bien las culpables? No sé, pero amo cuando hace frío y puedo usar mis lentes para el sol al mismo tiempo.

Seguiré pensando qué día será hoy... Que alguien me explique. Buenas noches.


Ah, se me olvidaba: Feliz Navidad!

domingo, diciembre 20, 2009

antes del después

Aunque me tomaran por loco, aquellos mentirosos y poderosos fulanos de tal, la diferencia para mí entre una vagina y una mujer siempre será la misma: las vaginas no piensan.

Las lenguas no son todas de fuego, ni romances, ni fáciles de aprender. Yo creía que era menos complicado poner a sus pies mis penas.

Que mi sangre sirva de limosna entonces.

domingo, diciembre 13, 2009

to love means to live


Colgué estas medias de nostalgia no en la chimenea sino en el basurero. Cada mes era una pesadumbre aterradora como naufragio a la mitad del mar.

Me gustaba suponer que bordabas un pedacito de lo nuestro en el corazón de cada uno. Y se te destiñió el alma.

Erramos al tener la razón. Debimos habernos equivocado más veces.

Después de todo, ¿Para qué volar? Si me enamoré de una mortal, amante de la niebla que sale de los bosques al amanecer. Ella era la estaca en el pecho del vampiro, la oscuridad para la luciérnaga, el viento para la hoja que cae...

Bastaron unos cuantos tiros para verte morir, y me quedé con las ganas. Esta vez tú ganas porque yo no pierdo nada, girarás sola en ese torbellino de girasoles turquesa hasta que privaticen algunos servicios públicos.

No entiendo, no entendía y no quiero entender. Me conformo con saber el precio de los cigarrillos clase A. Un rojo... mucho dinero para solo 20 porciones. Acepto el trato y me desato del muro en donde estuve asido y desmembrado.

Insistían las cortinas en ponerse cafés con el tiempo, y las telarañas con promociones hacia la muerte misma. Era el lugar una osadía constante contra los apogeos. ¡Más le valía tenerlos bien grandes! -los pies- si no quería hundirse en el fango asqueroso de sus malas decisiones.

Esta vez si vamos a salir será por la puerta del frente.

domingo, diciembre 06, 2009

CHERRY


Estoy inhalando ese humo que se violenta por mis pulmones como un animal salvaje que crea escaleras sobre el aire mientras se estrella desvanecido contra las cortinas.

Era el tiempo como las cenizas: con el viento va.

Sugería la brisa que abrigáramos estas fantasías, que cubriésemos las nostalgias de la noche con pedacitos de amarillo.

Estoy buscando excusas, para dejar estos días sin sentido revolcarse en tu cabello.

Abandonado por la soledad iba cortando los espacios con saliva, dibujando con afán los caminos de tu cuerpo en mi memoria.

Esos labios como cuchillos, que mutilaban pedazo a pedazo los tentáculos venenosos de lo incierto.

Yo pensaba que por siempre sería la noche en mi cajón, en la trinchera donde suelo musitar entre cadáveres ajenos.

Eran truenos chocando en mi columna vertebral, el roce impaciente de un pecado sin nombre. Eran luces tus manos, y el pasadiso hacia el cielo tus labios.

Estaba listo para matar, pero morí. Y muerto renací cuando probé de la fruta prohibida en tu quijada.

Sabía que la vida no se reiría más a carcajas, y te besé.

Destroné a las bestias asesinas de la honra y caminé, paso a paso, hasta llegar al océano turbulento de tu lengua.

Hundí la estaca en tu paladar y divagamos... Divagamos y encontramos en las caricias el arma mas letal contra la angustia.

Sabía que una sonrisa era más que una mueca sin sentido, pero no sabía que una tuya sería como la canción que oímos al soñar despiertos.

Le solté las riendas a la sinrazón, y volamos...

Navegamos sobre sábanas giratorias, y quemamos nuestra piel entre las brazas de la lujuria.

Si voy a ser pecador, quiero serlo contigo.

Imagen: Max Ernst Pieta.

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