Amo las cosas simples, las palabras trenzadas
sobre el silencio límpido.
Las alas del tiempo que imitan la partida
de mi infancia olvidada.
Los muebles cotidianos con su polvo de besos
y de conversaciones.
Amo las cosas simples porque tú estás en ellas
en cada lágrima de lluvia de las tardes sombrías
y corriendo la sombra
en las tardes soleadas.
Amo las cosas simples y por eso no puedo
dejar de amar tu nombre
tu cara dulce
tus dos manos delgadas
que aprendieron a construir
universos diminutos.
Y tus ojos
tus dos ojos de níquel
que saben mirar como nadie más sabe!