martes, abril 27, 2010

La preeminencia del amor


Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.

Aunque tuviera el don de profecía y descubriera todos los misterios - el saber más elevado -, aunque tuviera tanta fe como para trasladar montes, si me falta amor nada soy.

Aunque repartiera todo lo que poseo e incluso sacrificara mi cuerpo, pero para recibir alabanzas y sin tener el amor, de nada me sirve.

El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo.

No se alegra de lo injusto, sino que se goza de la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo.

El amor nunca pasará. Las profecías perderán su razón de ser, callarán las lenguas y ya no servirá el saber más elevado. Porque este saber queda muy imperfecto, y nuestras profecías son también algo muy limitado; y cuando llegue lo perfecto, lo que es limitado desaparecerá.

Cuando era niño, hablaba como niño, pensaba y razonaba como niño. Pero cuándo me hice hombre, dejé de lado las cosas de niño. Así también en el momento presente vemos las cosas como en un mal espejo y hay que adivinarlas, pero entonces las veremos cara a cara. Ahora conozco en parte, pero entonces conoceré como soy conocido.

Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor.

1 Corintios 13: 1-13
*Foto: Stephanie y yo en Playa Hermosa, Jacó.
Tomada: Abril 25, 2010*

viernes, abril 16, 2010

Afirmación al sepulcro


Hay brisa. Como esa brisa que de pronto nos choca en la cara.

Para empezar de nuevo debimos de haber terminado algo. No voy a esperar desesperarme. Tuve la soberbia de afirmar todo lo que me negabas. Y nadie dijo nada.

Están quietos los agujeros de tu cuerpo porque la luna no sonríe. ¿No es así? ¿Así es no? (No es lo mismo) Pensé que con un poco de orgullo podríamos tragar suavemente (bésame) todo aquello que aún no terminamos por decir. Y si de pronto (más abajo...) nos damos cuenta de que todo esto es un simple lapso en el tiempo que jamás olvidaremos, podremos surgir nuevamente de esta tierra que guardan nuestras uñas.

Iremos en este recorrido juntos, ¿De la mano? Con el rostro cubierto y más encorvado se hacía pasar por amigable la sobriedad. No existía en eso momento otra cosa que anhelara más que un beso divino (Con sabor a cereza) para el desayuno, el almuerzo y la cena, uno para antes de dormir y otro al despertarse.

(Cenicienta atrapada en una imagen de princesa civilizada)

Y ahora me toca ponerme mi traje.

Y bailar.

(¿Qué ritmo?)

*El de la fotografía soy yo en 50 años*

viernes, abril 02, 2010

Metamorfosis


Fue una suerte que llegase a tiempo para el encuentro, ni tan furtivo como creí. El rescate a fin de cuentas tendría esa ironía que se pinta como un macabro hallazgo en las caras del amor. Nuestra lucidez se marchó hace mucho.

Traté de no perder la cabeza...

Si hubiera sido pura ciencia ficción la casualidad de encontrarnos tiritando maltrechos en una madriguera, probablemente no me daría gusto equivocarme.

No es verdad que quien golpea mejor es quien golpea primero. Golpea mejor quien sabe donde golpear.

Como salidos de un acto circense las figuras humeantes hacían acrobacias en el aire antes de esfumarse en el viento. Era un complot de dos para consumirse en un mismo pecado.

Y al filo de las mantas que cubrían la verguenza que traía en la mirada estaba él y su perrito de tristezas que había vuelto a mover el rabo.

No hubo más remedio que hundirse la culpa en la garganta hasta sentir peso en los latidos. Uno tras otro, golpeándose salvajemente contra los barrotes de su jaula.

Era apenas el comienzo del cuento, la primera página de un libro sin portada. Y la brisa soplaba por los orificios más pequeños de las puertas. Y aconteció que la soberbia dictaría las nuevas leyes de la conciencia.


"Ojo por ojo, diente por diente. Lo que mereciste es lo que tienes"
, dice el señor Enrique, pero "Ojo por ojo y el mundo se quedará ciego" decía el señor Gandhi.

Hay cosas más importantes en las que
perder el tiempo un Viernes Santo.

Fijo.

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