domingo, enero 31, 2010

Negación a la Inversa


Ahora mismo te vas; eso ya lo sabía. No podías esperar con paciencia a que se agotaran las excusas en tu calendario por lo que acostumbraste a tu propio cuerpo a sacudirse con desdeño por alguien más. ¿Sigues aquí todavía?

Por eso admito que te quería; me gustaste por un momento -miserable dicho sea de paso- y luego "PFFF!" desaparecés como por arte de magia, mezclada entre la gente a la hora del té. Ibas persiguiendo unas siluetas como señuelos que te arrastraban a la desazón de tener que pasar a la siguiente página de tu vida.

Una más, una menos... ¿¡Qué más da!?

A fin de cuentas sos vos la culpable única de que estas manos con estos dedos estén a esta hora insinuándose unos a otros cuál de todos ellos es el más inútil. Vos y nadie más que vos sos la que hoy se va, con tantas de mis cosas entre tus medias de lana de camello y tus ropajes con lentejuelas carmesí.

Pudiste besarme tantas veces y no quisiste. Fueron tus tropiezos los que envenenaron los amaneceres de un triste chico que miraba al infinito. Pudiste esperar tan solo un poco más antes de la despedida. "Poder no es querer" ¿Decías?

Y hoy, un 31 de enero de otro bendito año que comienza, a las no sé qué horas de la madrugada frente al mar de Jacó a la luz de una luna llena pensé: "Im just sit in here waiting for you to turn me on... Like the desert waiting for the rain". Y de nuevo pensé en vos cuando se mojaron mis pies con el beso champagne de las olas al suicidarse contra mis pies.

Te querías agitar cuando miré fijamente tu mordedura. En tu mirada de súplica estaba la clave para descubrir el más ínfimo de tus misterios. Y te invité, por última vez, a bailar
ese tango conmigo. Te precipitabas como terremoto a que sostuviera tu osamenta mientras se deleitaba tu morbo mirando mi rostro mutar en un animal sediento y depravado.

Era de esperarse que te fueras sin decir adiós. Por eso aún no te he dado mi despedida. Así que si un día regresas ojalá sea para despedirte porque tengo muchas ganas de decirte adiós.

Acto seguido caminaré unos cuantos metros hacia la calle, sacaré las llaves de mi Cadillac modelo 69' y conduciré por una carretera guiada por el atardecer. Bajaré el vidrio y permitiré que el aire se estrelle contra mi pelo imaginando que son tus manos enredándose en mi cabello.

Por eso no lo voy a negar más:
te amo cada segundo de mi vida que no estás a mi lado.

De lo contrario no perderíamos el tiempo; yo escribiendo esta tontería y vos creyendo que aún pienso en ti. Es absurdo.

Y miré el rostro de Cristo en las esquinas.

viernes, enero 15, 2010

PENSAMIENTO DE COLORES


Alguien me dijo hoy que uno a veces no piensa en blanco sino a colores. A veces no se piensa nada solo en colores. Me quedé pausado un momento tratando de asimilar aquella cosa y fue el recuerdo de aquel dulce sabor amargo en su sonrisa el que desentumió mis músculos.

Explotaban como kamikazes los regocijos del anochecer mientras nos iban descubriendo mundos diminutos en las envolturas pegajosas de la complicidad. Aquel corazón viejo y asqueado se descolgó la armadura dejando al descubierto una herida sangrante, purulenta y desmedida.

Siempre es bello perder el aliento de vez en cuando.

Pero es hermoso dispararle a los silencios en la sien.

Sobre sábanas de flores soñaba que despertaba y la puñalada que tenía en la garganta se esfumaba, como este maldito humo que se deshace -como caprichoso- es ondas disimuladas sobre la nada.

Lo inesperado es lo que sucede con más frecuencia, como este colapso frenético de nimiedades que se matan unas a otras con tal de sonreirle burlescamente a los desdichados.

Creo que jamás en mi vida estuve tan cerca del infierno como hoy. Podría jurarlo. Era como una tarjeta de invitación al matrimonio del pecado y la lujuria. Sodoma y Gomorra eran como los pedazos de queso que disponen de su gentileza para cazar a las ratas. Un veneno dulce y mortal ahora invade mi circulación y mi cabeza. Creo que la esquizofrenia me está volviendo loco. (Jaja?)

ARREPIÉNTANSE! Porque el fin está cerca... Aún sostengo las predicciones que hice para el año pasado. (ver post del año pasado) (creían que iba a poner el link? No sean vagos ;] ) Y si su último día de vida puede ser mañana entonces que sea el mejor último día de nuestra vida. No soy emo, pero me gusta Muse.

Ahora sí, en qué estaba? Ah, sí! El infierno... Pero sin embargo se podría decir que el cielo a veces está al otro lado del mozaico, sentado en tu cama mirando tu mirada. Tocando tu rostro con el pensamiento e indudablemente invitando a los desconocidos a entrar.

"Y dónde está el color en todo este pensamiento?" Dirán algunos, pues yo les garantizo que si con la letra no basta entonces necesito ser más directo. (Jaja?)

Ahora si, vayan y tengan muchos hijos para que se endeuden hasta el rabo y tengan que comprar todo de la marca Sabemás (que no es tan mala por cierto).

Vamos a ver qué dice el señor "tiempo" ahora. (Debo confensar que no me fío mucho de ese tipo de hecho) Lo único de lo que estoy seguro es de que no estoy seguro de nada. Soy como una marioneta tirada por las manos del diablo. El engendro de la maldad que renació para sacudir el polvo de las callejuelas desquebrajadas de su vida.

A veces la verdad se vuelve una mentira idealizada, un perdón sin arrepentimiento y una aguja en el pajar. Sea como sea en la madriguera siempre estará prohibido prohibir. Es nuestro mundo imaginario hecho realidad.

Y fueron solo 60 segundos... que van a durar todas las horas de esta vida. "Debería ser cortéz y encender la luz" le dijo la vocecilla. "Voy a hacer que piense que lo de la candela fue casualidad" aseveró. Eran 60 segundos y una eternidad.

No sabemos qué tan profundo es este abismo, Mrs. Romanenko. Y al final del túnel tal vez no haya ninguna luz.

O tal vez resplandezca el más maravilloso de los amaneceres por nuestra ventana.

Todo se fue con el huracán...

lunes, enero 04, 2010

2010


Es como la brisa que sopla cuando amanece, con ese olor a rocío después de la terquedad de una llovizna a media noche. Es como salir al patio a fumarse un cigarrillo sin abrigarse.

Sigue sin salir el sol.

Este año que lleva 4 días (y este blog que con esta lleva 201 entradas) parece que será más tremendo que el pasado (ojalá) y eso espero, porque si del pasado aprendí tantas cosas de este espero aprender el doble, o el triple! ¡Que venga entonces como enjambre a desafiarme lo inesperado!

El 2009 fue como el acabose para mí de muchas etapas. Cerré muchos capítulos -más bien como libros- que ya era hora de que terminaran (gracias a Dios) y no de inmediato pero sí más pronto de lo imaginado comencé nuevas historias, con nuevos personajes que me ayudan a mirar hacia atrás con una sonrisa en el rostro y hacia adelante suspirando mientras observo lo largo que es el camino hasta mi felicidad real.

Felicidad... Ahora creo que es un estado de la mente y no depende netamente de la realidad. La realidad es lo que yo creo que sucede a mi alrededor, quiero decir, la manera en la que yo me enfrento a ese monstruo invisible que habita en las vitrinas, las billeteras, las tarjetas de crédito, los iPods, los amantes que ni siquiera se conocen...

2010, como todos los años, digo yo (y fijo muchos también dicen lo mismo) será mi año. Quiero esta vez hacer las cosas por mí, para mí, dedicarme tiempo a mis cosas, mi trabajo, mis estudios, mis amistades, a pasear, conocer nuevos lugares, personas, formas de vida.

Al parecer la gente piensa más en ella que en los demás, creo que yo haré lo mismo esta vez. Y lo voy a dejar por acá escrito para que quede constatado en actas que si el amor llega a mi vida (a veces creo que ya llegó, pero es una cosa muy "rara" como para ponerle nombre todavía) voy a disfrutarlo como nunca me he dado el chance de disfrutarlo: sin temor.

Y es que... bueno, mejor ni hablar del tema. El amor es algo complicado que prefiero simplificar y la mayoría del tiempo duele, duele y bastante cuando se tiene y no se disfruta (que viene siendo lo mismo a no tenerlo).

A veces escribo poemas en mi cabeza, pensando que "ella" existe, que es tan real que siento sus brazos hacerse enredaderas al rededor de mi cuello cuando voy a dormir y que sus labios no son más una fantasía absurda que se desvanece conforme el tiempo va echando tierra sobre las huellas que voy dejando.

Hay cosas tan ciertas y tan verdaderas que de vez en cuando reflexiono detenidamente en el sentido que tienen los suspiros. Eso quiero este año: cosas reales y verdaderas.

Quiero vivir sin miedo, quiero amar sin miedo, quiero que el miedo no exista más ni en mí ni en la gente que quiera hacerme compañía.

Este viaje, como ya lo había dicho antes, va sin maletas. Ahora voy demasiado ligero sin la chica triste que me hacía reír.

Y sigo pensando si en la brevedad de un beso puedo establecer una colonia de ilusiones para la Navidá que está próxima. A veces dudo más que tener certeza pero en esta vida lo único seguro es la incertidumbre.

Feliz año para todos.

(la imagen es del maestro Dalí, por supuesto)

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