martes, junio 22, 2010

Media noche


...Y aún no puedo dormir. No sé qué será eso que me mantiene acá, en vilo y expectante. No sé qué será eso que quiere tomarme por completo hasta desfigurarme sin remedio. No sé qué será.

A veces es más fácil simplemente dejarme llevar por el impulso. No sé exactamente de qué pero nada es más fácil que perder el control. No sé en qué punto de mis 26 años lo perdí pero necesito encontrarlo ASAP. Y no me refiero a que mi vida es un caos -aunque en teoría lo es- sino a que no tengo la certeza de las cosas como antes. No es que quiera tenerla, es simplemente que me aterra la idea de no saber en dónde irá a parar todo esto.

Muy en el fondo yo sé lo que necesito pero no lo busco. No como debiera pues dentro de mí todos los días se dan guerras entre los troyanos de mis sentimientos y mis remordimientos espartanos. Yo no quiero que ganen los malos, por eso no me doy por vencido todavía.

Dios conoce el corazón de los hombres y Él sabe que no estoy 100% fiel a las promesas que casi siempre hago cuando hablamos. Algunos no creen en esas cosas y simplemente prefieren imaginar que todo es una pura casualidad en esta vida. Pues allá ellos.

Mi corazón guarda cosas que yo mismo me pregunto por qué las guarda. No son celos ni rencores lo que guarda, sino más bien cosas que lo hacen mantenerse vivo. Y yo he dejado de cuestionarme "¿Por qué?".

Hace muchos años, 7 con 8 meses para ser exacto, me enamoré por primera vez según yo de la mujer de mi vida. Algún tiempo más tarde la vida me sugería que pensara en ello con más calma. No tenía ni idea de que algo así lo sentiría de distintas maneras con distintas personas en distintas etapas de mi vida.

Así fue como un día de tantos pensé de manera graciosa cómo todo encajaba de forma tan peculiar: Adriana había sido como mi escuela, con quien aprendería lo básico sobre el amor y las relaciones de pareja. Luego con Valeria pondría en marcha esos conocimientos, como si se tratara de la secundaria en acción, todo fue intenso y fugaz para luego darle paso a Ericka, mi universidad, con quien definitivamente tuve mi tésis y una graduación con honores. Fuí el mejor de esa generación y me gradué sin beca de ella. Con ninguna otra habría aprendido tantas cosas, honestamente.

Las tres eran mujeres totalmente diferentes, al extremo. Solamente tenían una cosa en común: ___________ (no voy a publicarla, por supuesto) así que partiendo de ahí decidí dar el siguiente paso: después de haberme graduado y ser un profesional, luego de tantos años de dolores de cabeza, lágrimas, risas, buenos ratos, malos ratos, experiencias inolvidables y muchos helados en muchos parques finalmente encontré lo que buscaba: Stephanie.

Stephanie es como de todas la menor, probablemente en tamaño y en edad de todas pero es la más grande en personalidad, sentido del humor, 2x1=2, etc, etc, etc (mejor no pongo una lista de sus cualidades, me tomaría mucho tiempo enlistarlas todas) Con esta Cherry Shu es con quien el verdadero Kris existe, cohabita en armonía -de vez en cuando llueve- y piensa en un futuro que no está tan lejos.

A Kris le movieron el piso, las paredes, el techo... Stephanie es toda una mujer a sus casi 21 años. Ella no se espera a que los años pasen para aprender. Ella ama a los animales y a la naturaleza (+1000000000000000000 puntos) y le gusta bailar (RAWR!) y aunque yo sé que no es relevante para nadie, está llena de tatuajes y a Kris eso lo pone como mongolito de turno.

Stephanie es más que simplemente eso que yo me merezco -porque yo te merezco, Shu- Ella es en pocas palabras lo que yo necesito, no solo para ser feliz sino también para crecer. Dios sabe por qué me la mandó y yo le doy gracias por siempre tener la razón. Él sabía con quienes no debía yo estar más, porque de igual manera que tenía otros planes para mí los tenía para ellas. Por eso vinieron a este mundo Camila y Jimena, por eso ninguna de esas dos bebitas tiene mi sangre.

A veces pensaba que mi destino era estar siempre solo, tenerle miedo al amor o al fracaso ciertamente. Ahora pienso que estoy en este mundo para fracasar. Dios sabe que mi manera favorita de aprender es fracasando.

Anyway, no quiero que este post se vuelva una culiolada (culiolada = cursilería) pero bueno, lo que es del César al César, no?

Recién cumplidos 5 meses de noviazgo con Stephanie y ya para mí -y desafortunadamente para el resto de la humanidad- este corazón mientras siga latiendo seguirá teniendo dos grandes motivos para hacerlo:

Dios y Stephanie.

jueves, junio 03, 2010

Imprescindible


Cuando tenía como 5 años lo que tuviera que ver con pasarla jugando con la tierra del patio me era placentero. Tenía cierta fascinación por los insectos, cualquiera que fuese, porque el ser más grande que ellos me hacía sentir, de algún modo, poderoso.

Y ahora me pregunto: ¿Qué habrá sido aquel afán de sentirme superior?

Todo es cuesta arriba si me sostengo del mastil pero cuesta abajo si me recuesto de el. La cosa es que yo no debería estar a la mitad del camino cavilando cosas como: "¿Por qué el Latín fue una lengua tan enraizada que de ella se derivan muchas de las lenguas que se hablan en la actualidad?" o "¡Jajaja! Cunnilingus... Me imagino a las antiguas civilizaciones de la tierra diciendo cunnilingus a cada rato". La vaina es que de la nada se abrió un espacio entre esta dimensión y la dimensión desconocida. Es por eso que estoy escribiendo esto y porque mis rodillas quieren desdoblarse.

Es gracioso que quieran descifrar genomas y clonar mientras que el mundo se cae a pedazos. Es gracioso que esté sucediendo lo que tuvo que haber sucedido milenios atrás. Lo único que me falta es aterrizar.

Como derivados de lo antiguo salemos a la calle y aparentamos, que somos capaces de andar por el medio del gentío sin que nos importe un comino lo que digan o piensen y luego, nos mandamos al carajo al llegar a casa.

¿Y si no nos queremos ir? Nos echan; y si nos vamos no les gusta. ¿Qué coños? Al diablo con la burocracia. Al diablo con las mesas redondas y los diálogos unilaterales. Se va todo al diablo si no nos mojamos un poquito a veces.

Yo creo en ti.

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