sábado, febrero 19, 2011

¿Por qué los perros no andan en los techos?


"El que dice que está en luz, y aborrece a su hermano, está todavía en tinieblas. El que ama a su hermano, está en luz, y no hay tropiezo en él. Pero el que aborrece a su hermano, está en tinieblas, y anda en tinieblas, y no sabe a dónde va; porque las tinieblas le han cegado sus ojos."

1 Juan 2:7


domingo, febrero 06, 2011

Ficción


Es ficción cuando creo que no hay límites ni fronteras, y de pronto me doy cuenta que es solo el efecto que se produce al no poder distinguir a lo lejos los barrotes de esta jaula. Aunque se pierda en el horizonte y mi realidad parezca ser distinta, nada más es otra forma de fingir una libertad idealizada.

No soy libre, tan solo es que los límites de esta prisión los borra el horizonte.

sábado, febrero 05, 2011

27 primaveras


Bueno, tenía días pensando en qué escribir, porque las ganas estaban mas no la inspiración (sí, eso que uno quiere escribir pero no encuentra cómo empezar) y entonces hoy -al fin- algunos hechos me empujaron a concretar todas las ideas que tenía pensadas en una sola cosa, como un paté de ideas.

Resulta que el 2 de febrero, hace 4 días fue mi cumpleaños número 27... No me siento viejo aunque todos mis amigos me dijeran que cada año estoy más cerca de los 30. La edad para mí es algo mental, es algo que está en mi espíritu y no es por presumir pero tengo aspecto de un chiquillo de 21! Y me siento como un chamaco de hecho. (Bien por mí!)

Lo que pasa es que con el pasar del tiempo, con cada nueva experiencia que me ha tocado vivir año tras año trato de encontrarme a mí mismo en los demás. Lo curioso es que nunca lo logro, nunca puedo encontrar ni siquiera una pequeña parte de lo que soy en las personas. Y es que hoy quedé de verme con la que fuera mi mejor amiga, a quien desde hace dos años y algunos meses no veía, y adivinen qué pasó...

Verán... Ella seguía siendo igual que siempre, la misma mae loca de toda la vida, llena de energía y ocurrencias que tantos momentos inolvidables nos hicieron pasar tiempo atrás, pero algo no encajaba, algo era diferente.

De pronto me doy cuenta de que ella hablaba de las fiestas, de las locuras, de todo el tiempo perdido que había que recuperar, y yo en mis pensamientos sugería otras cosas. Había perdido esa chispa que me hacía cómplice de sus borracheras hasta vomitar. "Yo ya no estoy para estos trotes" pensé. Yo no quería enfiestarme, quería saber cómo le estaba yendo a ella, en su trabajo, con su familia, con su vida.

El que había cambiado era yo, gracias al poder de Dios cambié y pude discernir cómo ella aún seguía atrapada en ese sueño de opio en donde la vida es solo un pasar del tiempo sin sentido.

Son 27 años de una búsqueda que aún no ha terminado y que más bien está lejos de acabar. Para mí esto es apenas el principio de un largo camino hacia la gracia de mi Señor. Me di cuenta de que a punta de tropiezos maduré.

Me siento joven, con la fuerza necesaria para seguir en esta lucha del día a día, aunque creo que eso de terminar adolorido después de hacer pesas y abdominales no es lo mío.

Vamos a ver a si cuando tenga 30 me siento tan viejo como la mayoría de mis amigos que, ya casi todos con hijos, casados o divorciados creen que la vida se les ha escapado en un parpadeo.

Salud.

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