No vine al mundo como un justiciero encubierto. No soy parte de ningún escuadrón de élite contra el terrorismo. Yo vine al mundo y a pesar de que eso fue hace muchos años, aún no sé para qué vine.
No tengo armas contra el miedo ni recibo con entusiasmo los días de sol. Soy un mortal como cualquiera que fracasa y tiene que ponerse de pie para seguir.
No es que exista tal cosa como estar entre la espada y la pared; es mera coincidencia el no saber hacia dónde ir.
En el fondo de la fosa todos llevaremos la misma vestidura.
Imagen: Rob Gonsalves
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