lunes, enero 04, 2010

2010


Es como la brisa que sopla cuando amanece, con ese olor a rocío después de la terquedad de una llovizna a media noche. Es como salir al patio a fumarse un cigarrillo sin abrigarse.

Sigue sin salir el sol.

Este año que lleva 4 días (y este blog que con esta lleva 201 entradas) parece que será más tremendo que el pasado (ojalá) y eso espero, porque si del pasado aprendí tantas cosas de este espero aprender el doble, o el triple! ¡Que venga entonces como enjambre a desafiarme lo inesperado!

El 2009 fue como el acabose para mí de muchas etapas. Cerré muchos capítulos -más bien como libros- que ya era hora de que terminaran (gracias a Dios) y no de inmediato pero sí más pronto de lo imaginado comencé nuevas historias, con nuevos personajes que me ayudan a mirar hacia atrás con una sonrisa en el rostro y hacia adelante suspirando mientras observo lo largo que es el camino hasta mi felicidad real.

Felicidad... Ahora creo que es un estado de la mente y no depende netamente de la realidad. La realidad es lo que yo creo que sucede a mi alrededor, quiero decir, la manera en la que yo me enfrento a ese monstruo invisible que habita en las vitrinas, las billeteras, las tarjetas de crédito, los iPods, los amantes que ni siquiera se conocen...

2010, como todos los años, digo yo (y fijo muchos también dicen lo mismo) será mi año. Quiero esta vez hacer las cosas por mí, para mí, dedicarme tiempo a mis cosas, mi trabajo, mis estudios, mis amistades, a pasear, conocer nuevos lugares, personas, formas de vida.

Al parecer la gente piensa más en ella que en los demás, creo que yo haré lo mismo esta vez. Y lo voy a dejar por acá escrito para que quede constatado en actas que si el amor llega a mi vida (a veces creo que ya llegó, pero es una cosa muy "rara" como para ponerle nombre todavía) voy a disfrutarlo como nunca me he dado el chance de disfrutarlo: sin temor.

Y es que... bueno, mejor ni hablar del tema. El amor es algo complicado que prefiero simplificar y la mayoría del tiempo duele, duele y bastante cuando se tiene y no se disfruta (que viene siendo lo mismo a no tenerlo).

A veces escribo poemas en mi cabeza, pensando que "ella" existe, que es tan real que siento sus brazos hacerse enredaderas al rededor de mi cuello cuando voy a dormir y que sus labios no son más una fantasía absurda que se desvanece conforme el tiempo va echando tierra sobre las huellas que voy dejando.

Hay cosas tan ciertas y tan verdaderas que de vez en cuando reflexiono detenidamente en el sentido que tienen los suspiros. Eso quiero este año: cosas reales y verdaderas.

Quiero vivir sin miedo, quiero amar sin miedo, quiero que el miedo no exista más ni en mí ni en la gente que quiera hacerme compañía.

Este viaje, como ya lo había dicho antes, va sin maletas. Ahora voy demasiado ligero sin la chica triste que me hacía reír.

Y sigo pensando si en la brevedad de un beso puedo establecer una colonia de ilusiones para la Navidá que está próxima. A veces dudo más que tener certeza pero en esta vida lo único seguro es la incertidumbre.

Feliz año para todos.

(la imagen es del maestro Dalí, por supuesto)

3 comentarios:

- aHlE - dijo...

Krisss! Me parece excelente empezar el año con esa actitud, espero que todo lo que te propones sea una realidad. Me alegra mucho saber que has dejado atrás lo que no te servía para estar bien. Un fortísimo abrazo y feliz año a ti también.

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Me encantó tu frase:
"Quiero vivir sin miedo, quiero amar sin miedo, quiero que el miedo no exista más ni en mí ni en la gente que quiera hacerme compañía"

Esa es la actitud!!!

Feliz año y un abrazo

Indigo dijo...

Exito mi estimado... animo, un abrazo y carpe diem!

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