viernes, noviembre 06, 2009

3.24 a.m.


Amanece, ¿Tan pronto? Y yo estoy tan sólo... Pero no me arrepiento de lo de ayer.

Creo que -sinceramente- me cuesta mucho no decir las cosas. A algunas personas les sucede todo lo contrario: a duras penas y te dicen el 10% de lo que quieren. ¿Está mal eso? Por supuesto que no, pero -siempre hay un pero, damn it!- no puedo, no me quiero permitir sentir que esta caída un día pierde altura y al siguiente gana.

¿What about me? O sea, ¿Qué hay de lo que quiero yo? Pues muchas cosas quiero. Lo "irónico" es que las que más quiero son las que menos tengo. Siempre me la paso pensando en los demás. Como si me llenara de satisfacción el saber que esas personas están bien aún cuando acá llueve todos los días desde mayo.

Es pensar en las cosas menos propicias; como una sentencia de muerte con cada exhalación, suspiro, berrinche. Es quitar clavo por clavo de puertas y ventanas, dejar entrar un poco de luz y quemarse el rostro con el fuego de la verdad, sentir verguenza y querer buscar nuevamente la oscuridad.

Ya no hay paseos de domingo ni películas de alquiler para matar el rato. No hay sábanas manchadas de sangre y tampoco habrán más cromáticos -instrumentos del diablo para cegar al corazón-. Pasaremos recto sin volver a vernos ni decir adiós queriendo decirlo.

Y sí, las calles son como dunas mientras te espero llegar. Quizá es por eso -porque te espero- que el reloj me está volviendo loco con el tic-tac. Es bueno saber que los arco iris no son infinitos y que el pan de tu vientre es ahora alimento de gusanos y caballeros con armadura reluciente y plateada. Es bueno saber que ya no vive encerrada en su torre y que aunque el dragón no ha sido derrotado al menos el miedo a enfrentarlo se ha ido.

Siento que el último bocado de este plato se echó a perder. Putrefacto, enmohecido y rancio envenena. O es la gloria de Dios o el poder de Satanás. Siempre es todavía y una vez nadé desnudo tu oleaje. Vos no lo supiste y nunca lo sabrás.

Hay tantos conflictos con el mundo, con nosotros mismos, con nuestros hermanos -prójimos- que en vez de mirar al cielo agachamos la cabeza y escupimos. Sudamos y con la palma de la mano pecadora lo resolvemos todo tarde o temprano.

A veces siento que nunca he amado de verdad y a veces que más bien lo he hecho demasiado. ¿Dicotómico? Puede ser, pero me agrada que las cosas sencillas se compliquen. Y todos los días estoy menos vivo de lo que debiera. Así lo quiere Dios y así lo acepto.

Estoy seguro que pronto será mi última batalla. Siempre es todavía. No se puede aplazar la hora señalada. Que sean libres los demonios de mi memoria. El día que yo me haya ido -por fin y definitivamente- será demasiado tarde para cualquiera. Por eso cuando ya no esté entre vosotros no lloréis, hermanos, porque del Padre he venido y al Padre regreso, dijo Jesús en la última cena.

No lloréis, hermanos, cuando haya partido.

En el calendario hay un círculo en rojo y un par de números que no comprendo. Me resigno a que no puedo cargar con el peso de este ideal mientras los pájaros hacen nidos. Como mi Marcy y mi Dhalia que tejen sus telarañas, que se vuelven amigas de la ignorancia mientras esperan que la muerte las atrape con artesanías.

Y otra vez no hay nadie más que vos y yo, inmuta sombra bajo mis pies.

Mañana volveré mi rostro y no me pareceré a mí nunca más. No tengo miedo esta noche. No siento frío en la mirada.

Clamarán por justicia, por igualdad de condiciones y no se les dará respuesta alguna. Entonces querrán abrirme los brazos y en lugar de una sonrisa se estrellarán con estas líneas.

Ahora pertenezco a la brisa.

*imagen de Leonor Fini*

9 comentarios:

Paolita dijo...

a ti t cuesta decir las cosas en cambio yo cuando las digo no tengo tino :(

- aHlE - dijo...

Me encantan todas las figuras presentes en el texto, demasiado originales y hermosas. Me encanta tu estilo para escribir mae, me resulta tan agradable de leer :). Un besote! Muaks

Anónimo dijo...

mejor ser de la libertad que del rencor

sufrimos pero nos volvemos a poner en pie, lloramos pero tambien sabemos sonreir y aunque llueva desde mayo tus letras dan a entender que has aprendido a no mojarte.

milkshake dijo...

Esperemos que ese circulo en rojo del calendario sea una buena fecha. Entiendo que con este post hablas del arrepentimiento de no hacer las cosas en el momento justo pero ¿Cuàndo es el momento justo para las cosas? ¿Existe acaso uno?

Abrazo kris....

Le Chat Rose dijo...

Aqui pasando a saludar que he estado un poco perdida...

Exc post mi querido amigo muy bueno

Saluditos

Indigo dijo...

Dem pichudo!! es tan natural q hasta duele analizarlo... es un post simplemnte para leer y dejar q todo venga a la cabeza... pero yo leo entre lineas tambien... animo... es darle tiempo al tiempo.

Unknown dijo...

Se le escaparán las horas cerrando caminos. Se le volverán grietas los labios y piedras serán sus manos.

Agonizando se retorcerá como pez que cae en tierra.

Y la brisa no podrá llevarlo a ninguna parte.

C.P dijo...

Oye Kris, amigo blogger, mientras mas leo lo que escribes más me convenzo de que estoy ante "un igual" (no sé si te halago o te insulto con ello, jaja) aunque debo reconocer que en lo que se refiere a la escritura en sí, estoy ante un superior!!
Me recuerdas a Andrés Caicedo, el colombiano...lo has leído? presiento que sí..
gracias por tus comentarios. Sorry por demorarme tanto en responder, pero...soy un poco inconstante ^^
saludos!

Alicia Desencantada dijo...

¿Serviría el rey a la servidumbre? ¿Cazaría la liebre al tigre? ¿Dejaríamos de ser valientes para correr hacia la cueva cuando el día es soleado?

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