Y sin embargo
Sus labios eran tan suaves como el humo
Cuando va subiendo como en escaleras invisibles por el aire
Con la fuerza de una ola
Que se estremece al hacerse espuma sobre la arena.
Era tan solo yo
Y no obstante
Fue como si aquella bestia erótica y vil
Perdiera forma embriagada y soñolienta
Sumergida en la más agnóstica de las fantasías.
Tan solo vos
Y mis delirios
Por esa boca que hacía cuchillos en el silencio
Por esos ojos atrapados en el cóncavo escenario
De tus sonrisas al mirar.
Éramos tan solo dos
Asesinando al tiempo por diversión
Y vos
Al tiempo que creabas apacibles monstruos con tus manos
Ibas deslizando con suavidad sobre mi piel
Las agujas hechiceras de tus dedos.
Y yo
Que sin duda olvidé como domar a los caballos de la exaltación
Me convertí esa noche en esclavo de lo absurdo
Que me pedía cínicamente que delineara
Tu desnudez en la memoria para crear mapas con tu cuerpo.
Vos
Que viniste con las palabras afiladas
Me devolviste al andén agitado y taciturno
De las heridas agrietadas de mi voz
Y yo
Que formaba huracanes con tu nombre
Había preparado ya un lecho en la oscuridad
Donde pudimos haber ahuyentado de una vez por todas
Esos fantasmas que alguna vez llamáramos soledad.
Para ella, en memoria de aquella noche que nunca existió
2 comentarios:
Mae, te quedó demasiado tuanis. Me encanta! Me gusta la figura de "palabras afiladas"... interesante :) muuuuuaks
Gracias Ale, es que me inspiré en "alguien" por ahí con quien salí un día... Oh, mirá! Fijo vos la conoces jeje beso ;)
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