martes, diciembre 06, 2005


Érase una vez, hace ya muchas lágrimas, un peregrino. Vivía soñando y soñaba despierto, justo cuando a los días solamente les quedaban pequeños suspiros de luz para morir.
Y una tarde, de aquellas tardes que deslizan agujas de sorpresa en las esquinas, se dio cuenta de lo que sentía. Asintió con la cabeza y se dejó caer al pasto. Para finalmente decir: “hube amado”.
Y el amor, para aquel peregrino, qué era? Qué significado tenía para él el amor? Después de todo, “amar sin ser amado, qué sentido tiene?” Pensaba. Era acaso lo mismo que cabalgar en unicornios azules, sobre algún arco iris de papel? O tal vez como asesinar dragones lanza llamas, como quien mata la pena de un golpe al corazón?
Quizá él tenía razón. Tal vez era mejor vivir soñando y soñar despierto. Talvez era mejor haber amado alguna vez que nunca haberlo hecho. Después de todo, no tiene sentido amar sin ser amado.
Sería como degollar a la nostalgia, para sufrir menos o para sufrir mejor. Hace ya muchas lágrimas, que érase una vez, un peregrino…

2 comentarios:

CRISK dijo...

hace ya muchas lágrimas, no soñaba, no vivia, ni sentia.....

Kri§ dijo...

Como aquel peregrino...

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